jueves, 2 de abril de 2009

Simbiósis...El alimento Materno


No son pocas las creencias antiguas en las que se consideraba a la propia Tierra como una Diosa, o más que nada, como un verdadero organismo vivo... Actualmente, se puede decir que la tierra es solo materia inerte que flota en el espacio atada a leyes físicas y matemáticas que describen su movimiento y sus distintos fenómenos... ¿Pero que pasaría si volviéramos a reconsiderar a la Tierra como el organismo que permite que exista e interacciona con la vida? ¿Se puede reivindicar esta hipótesis con modelos científicos actuales? Digamos que de eso se encargó el químico Lovelock, inicialmente cuando fue llamado por la NASA en 1965 para participar en el primer intento de descubrir la posible existencia de vida en Marte. Participó como asesor de un equipo cuyo objetivo principal era la búsqueda de métodos y sistemas que permitieran la detección de vida en Marte y en otros planetas. Pero uno de los problemas a resolver sería el encontrar los criterios que deberían seguirse para lograr detectar cualquier tipo de vida... Por esto, a Lovelock le llamó la atención las radicales diferencias que existían entre la Tierra y los dos planetas más próximos, y fue, precisamente, la singularidad de las condiciones de la Tierra lo que le llevó a formular su primera hipótesis: "Gaia es una entidad compleja que implica a la biosfera, atmósfera, océanos y tierra; constituyendo en su totalidad un sistema cibernético o retroalimentado que busca un entorno físico y químico óptimo para la vida en el planeta". Esta teoría se basa en la idea de que la biomasa autorregula las condiciones del planeta para hacer su entorno físico (especialmente temperatura y química atmosférica) más hospitalario con las especies que conforman la «vida». La hipótesis Gaia define esta «hospitalidad» como una completa homeostasis... Y como dice Lynn Margulis vivimos en un planeta simbiótico. Los saltos en complejidad –que es la parte importante en la evolución- permiten llegar a Gaia: la eucariota es la simbiosis de bacterias y virus, un pluricelular es la simbiosis de eucariotas, bacterias y virus. Un termitero es la simbiosis de pluricelulares, eucariotas, bacterias y virus, un bosque tropical es la simbiosis de organismos, eucariotas, bacterias y virus. Gaia es la simbiosis de los ecosistemas y sus simbiosis. Simbiosis dentro de simbiosis dentro de simbiosis. Gaia surge de forma natural como mecanismo más eficiente para aumentar la presencia de la vida sobre el planeta y comenzó a surgir desde el momento en que los primeros organismos tuvieron que lidiar con la aproximación a los límites a su crecimiento. Gaia se ayuda pues así misma y evoluciona con el tiempo. Una vez establecida Gaia es ella la que dirige los procesos internos a ella, todos los “organismos” que forman parte de ella, se supeditan a sus dictados (visión macro de esta teoría), de igual forma que mis células están a mi servicio como organismo. Parte del telos (los propósitos y fines) de los organismos y ecosistemas que conforman a Gaia se dirigen y son dirigidos hacia y por Gaia.


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